Cospedal y el accidente aéreo

Si bien alguno me lo había pedido, me negaba a escribir sobre esta catástrofe porque, aunque lamentable, los accidentes no son cosa agradable ni sobre la que descargar mi ironía ya que, en asuntos mortales, es fácil caer en el chiste negro y hacer daño en sensibilidades que ya están dañadas. Quiero expresar mi más profundo pésame a las familias de las víctimas y mi apoyo y deseos de pronta recuperación a los heridos. Decía que no quería escribir pero viendo las noticias de Antena 3, obligado después de los Simpson, he visto a la Sra. Cospedal, Secretaria General del Partido Popular diciendo que no va a hacer uso político de esta catástrofe. Pues señora mía, si usted no va a hacer uso político lo que tiene que hacer es callarse, porque decir que no lo va a hacer es hacerlo. Es como si en plena discusión le digo a alguien: "Mira que te podía decir que tu madre está haciendo mamadas en la casa de campo a 5 euros para que luego el borracho de tu padre se lo gaste en vino. Mira que te lo podría decir que es verdad y no te lo digo". Coño, pues menos mal. El caso es que esta señora quiere comparar esto con lo del Yak 42 y no es lo mismo.

Partamos de la base que Spanair es una compañía privada que da servicio a usuarios particulares y el caso del Yak 42 era un avión contratado por el Ministerio de Defensa para el traslado de aquellos que representan la bandera de España, hombres y mujeres de las que tendríamos que sentirnos orgullosos y por los que habría que hacer lo posible para que no viajaran en un avión sin revisar por ahorrarnos 4 duros. Y sus familias tienen derecho a saber si la persona que han enterrado es o no es su hijo o su hija. Me resulta asqueroso que ahora salga la Sra. Cospedal a decir que tiene que dar explicaciones el gobierno de cuánto se va a tardar en hacer las identificaciones. Pues lo que haga falta, mire usted. Yo al menos preferiría que se tardara un año pero tener la certeza de a quién estoy enterrando que por ahorrar dinero y hacerlo mal y rápido me den los restos de otra persona y mi familiar esté en una tumba que no le corresponden. Porque para esta gente los ciudadanos de a pie no tenemos derecho ni de honrar a nuestros muertos. Un error en este caso me parece lo suficientemente grave como para que rueden cabezas. Sé que en este país no ruedan, ese es el problema. Otra historia es que el gobierno anterior contrato el Yak a través de una subcontrata por lo que dicen que no es cosa suya. En España el país de la subcontratación las cosas funcionan así. Un banco contrata a una empresa de telemárketing para que gestione una cartera de clientes con un programa que se compra a una consultora que se lo ha encargado a una empresa informática la cual ha contratado 3 programadores a través de una ETT. El banco paga, la empresa de telemárketing paga, la consultora paga, la empresa informática paga y la ETT paga. Por medio todos intentan quedarse con el beneficio correspondiente y recortan de lo que consideran superfluo. Es como la historia de los remeros japoneses. Se ahorra mano de obra obligando a los 3 de abajo a trabajar más de su capacidad, se recorta en salud, en calidad y en seguridad. No en vano España está a la cabeza en accidentes laborales. Este autor que ha trabajado muy cerca del sector de la construcción ha visto cosas y oido cosas que le ponen a uno esa sensación en el estómago tan desagradable. Bien pues, a pesar de la subcontratación, el que subcontrata tiene que ser responsable del producto y de la calidad del mismo, por tanto el Ministerio de Defensa era responsable de que ese avión estuviera como estaba, igual que Spanair será responsable de como esté ese avión. Para eso se ha creado la comisión, para saber si fue error humano, técnico y a quién corresponden las responsabilidades. Imaginemos que un día llegamos a nuestro banco y no tenemos dinero y nos dice el banco que la culpa es del programa que gestiona nuestra cuenta y que, por tanto, nos tenemos que ir a pedir responsabilidades al programador y que él nos de el dinero, a que no cuadra? Pues eso